Nébula

 

Sinestesia, Museo del perfume, 2020.

Nébula, 2019

Nébula es una instalación realizada con diversas soluciones aromáticas atomizadas en el aire y sonidos difundidos en el mismo espacio. Mediante un sistema automatizado de nebulización que pulveriza las sustancias en paralelo a una secuencia de eventos sonoros, la obra busca generar una experiencia meta-inmersiva en la que se entrelazan diversos sentidos: el olfato y el oído evidentemente, pero también el tacto, producto de la sensación de brisa producida por las nebulizaciones, y la vista, al ser observable la momentánea suspensión de las partículas en el aire y su eventual refracción luminosa.

Esta pieza es un arco sensorial en constante reconfiguración: un portal efímero y casi inmaterial compuesto por rocío, sonidos y aromas que se mezclan orgánicamente y de maneras siempre cambiantes. El tránsito del público a través de esta bruma multi-sensorial busca exaltar y desbordar los sentidos con la intención de generar una experiencia de carácter catártico.

Así pues, la pieza revisita y reinterpreta de manera sincrética algunas prácticas asociadas a los ritos de paso, los baños rituales y las ceremonias de iniciación o purificación, razón por la cual los compuestos aromáticos que impregnan al público son aquellos que remiten biológica o culturalmente a las etapas de este tipo de experiencias iniciáticas: víspera o preparación, tormento y muerte; y nacimiento o resurrección. Al igual que las sustancias aromáticas, las emisiones sonoras están asociadas a la emotividad que sugieren las fases de este proceso de transformación.

Para la primera etapa se utiliza una solución compuesta por aromas de resinas ceremoniales (incienso, copal, mirra). Para la segunda se utiliza una solución con olores similares a los percibidos en las secreciones apocrinas o el sudor: una combinación herbal de la familia allium (cebolla, ajo, etc.) y vinagre. En esta etapa también se utiliza como nota de salida el hexanal, un aldehído que expiden los cuerpos en su primera etapa de descomposición cuyo aroma se asemeja a la hierba recién cortada. Para la tercera etapa se utiliza una mezcla de aromas relajantes y afrodisiacos tales como la canela, la vainilla, el azahar y la menta.

La obra fue comisionada por el Museo del Perfume de la Ciudad de México, MUPE, para la exposición Sinestesia del curador Iván Edeza.

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